A pesar de lo amargo del sueño no pude evitar levantarme con una extraña y muy estúpida sonrisa dibujada en la cara, cosa que, por un par de minutos le atribuí al hecho de que realmente extraño pasar tiempo con algunas personas (más cuando fue mucho el que perdí por cosas que nunca valieron la pena realmente); fui al baño intentando hacer el menor ruido posible para no despertarla y me mojé la cara tratando de convencerme a mi misma de que tal vez era sólo eso: "los extraño". Como no tenía mucho tiempo me apuré con el desayuno, me despedí deseandole que tuviera un excelente fin de semana en la playa y me fui a tomar el cole/micro que me llevaría al metro y mucho después a mi casa, ahi estaba, el mismo lugar de mi sueño, ¿la diferencia? esta vez no estaba dormida y el camino claramente no parecía volverse eterno con cada paso que daba. Clavé la vista en el piso y seguí avanzando mientras aquella sensación de "no avanzar" volvía a llenar cada espacio en mi cabeza obligándome a fijar la vista en mis pies sólo con la estúpida intención de asegurarme de que, en efecto, lo estaba haciendo. Me rei, también me hubiera sentido estúpida de no ser porque a esa hora no era mucha la gente que pasaba por ahi, me volví a reir y volví la vista al frente pensando que cualquier persona con dos dedos de frente hubiese optado por ir hacia los lados a la más mínima señal de "no avance"...cualquiera menos yo, claro está.
Ahí entendí de que iba todo el asunto, por un lado ir hacia la derecha me era imposible., primero por una cuestión de orgullo, segundo, por un tema de respeto a mi misma; y tercero, porque aquello ni siquiera había rayado en la utopía sino más bien en algo que más tarde describi a alguien como " A fifteen year old girl crush....lame". La izquierda hubiera sido una decisión mil veces más acertada pero, lamentablemente, una vez que decidís separarte de tu corazón y esconderlo en un cofre (sí, sí, al más puro estilo Davy Jones), resulta difícil tocar a la puerta de alguien cual vendedor de biblias y entregarlo así como así.
El frente era mi punto de escape, lejano, un tanto solitario, cansador...pero al menos me aseguraba de conocer bien el lugar a donde iba y las cosas que me arriesgaba a perder o recibir en el camino. Realmente no era que no pudiera avanzar, simplemente no quería hacerlo y en mi interior empezaba a desatarse una guerra en la que, si bien en el fondo ambos bandos querían lo mismo, cada uno tenía un objetivo en particular. Por un lado el querer demostrarme que todo este tiempo había jugado a tapar el sol con el pulgar, el no querer asumir que eso de lo que me había logrado autoconvencer después de un "dejá de buscar" propinado sin anestecia y ni una pizca de sutileza, había aparecido realmente cuando menos lo esperaba...y era sencillamente idiota e inalcanzable, d-e-s-c-a-r-t-a-d-o (si, lento y con todas las letras); por otra, el sol estaba casi a la vuelta de la esquina y nadie más que yo estaba evitando el que pudiera verlo...no quería verlo.
Y pensar que todo fue por un par de metros de tierra, algo de pasto y dos o tres juegos a los que no hace falta más que sumarle un par de dudas, algo de alcohol y la necesidad de poder pegar un ojo.
Me bastó con llegar a casa para darme cuenta de que el no estar ahí no iba a hacer que dejara de pensar en ello asi que caminé, escuché música, traté de reirme y...encontré la respuesta. Sin guerras, sin heridos (al menos eso creo) y no terminé vendiendo biblias, tal vez sí, corazones, pero definitivamente no biblias.
"Sometimes, despite your best efforts otherwise, life will give you lemons.
When that happens, you've got two choices, friend.
You can wear a sour face or make lemonade."
Definitivamente elijo hacer limonada.
When that happens, you've got two choices, friend.
You can wear a sour face or make lemonade."
Definitivamente elijo hacer limonada.
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