lunes, 15 de febrero de 2010

Asumiendo un 14 de Febrero



Mientras caminábamos me dediqué a escuchar pacientemente lo que decías, sin pensar y concentrándome en el cigarrillo a medio terminar que tenía en la mano. Creía entender y, después de mi fallido intento consideraba que no me quedaba más por hacer que esperar a que se abrieran para mi algunas de esas tantas puertas que dicen se abren cuando una se cierra de imprevisto...de un portazo. Parte de mi siempre ha sido bien conformista en ese sentido y, como te dije en ese momento, sinceramente creo que después de un tiempo hay cosas que se vuelven relativamente soportables.
Confesé abiertamente que el motivo principal de que a estas alturas no me esté dando de cabezasos contra la pared se basa en algo tan mísero como la costumbre: "No es que esté bien así, en realidad, extraño esas cosas...pero me acostumbré a estar sola. No me quejo". Preferí mentir por orgullo dejando entrever, una vez más, la persona que no soy...pero que fácilmente puedor ser si me propongo pasarme por donde mejor pueda lo que siento, una vez más, me llené la boca de mentiras pensando que así caería de pie.
Compraste un globo y, entre risas, me dijiste que te sentías muy marica por lo que acababas de hacer y me reí negando lentamente con la cabeza mientras nos subiamos a la micro [aka colectivo...bah...], mientras las conversaciones iban y venían dijiste una vez más me dijiste que te sentías marica, me reí, esta vez intentando deviar la vista hacia la ventana más próxima, donde no pudieras alanzarme...ni vos, ni esa facilidad enorme que tenés para adivinar mis pensamientos. El trayecto que compartimos en el metro fue un poco más de lo mismo, los silencios se prolongaron y en mi cabeza se agolpaban pensamientos del tipo que precisamente no quería estuvieran ahí, quería desaparecer y terminar en cualquier lugar lo sufiecientemente lejos como para sentirme libre de todo aquel asunto...
Entonces me preguntaste algo que, no sólo me tomó por sopresa, sino que caló bastante hondo : "¿Te volverías marica por él?", creo haber intentado sonreir mientras te contestaba con un temeroso sí, preguntaste algo que en este momento no me acuerdo y simplemente respondí de la forma más sincera que pude: "Soy demasiado marica gorda."

Cuando llegaste a destino y me quedé sola descubrí que, en algún momento durante esa semana que ya se terminaba, algo se había roto y que después de haber intentado sincerarme con alguien, había vuelto....era yo nuevamente. No importaba el precio o lo inalcanzable que me resultara todo en ese momento, era yo...y me sentía horriblemente sola.

A veces las cosas se limitan sólo a eso y la vida no nos da la oportunidad de elegir lo que nos va a tocar, algunos lo llaman azar..."yo no lo elegí, creeme que sino todo sería más fácil", a veces sólo se nos pone ciertas cosas en el camino y espera. Supongo que es su forma de diferenciar a los que nos arriesgamos el todo por el nada, de los que no. Asi que, por lo pronto, dejaré esa decisión en manos del azar confiando en las sabias decisiones de la vida....cara, me arriesgo una vez más...cruz, seguiré como hasta ahora...


Y mientas termino el que espero sea el último cigarrillo de la noche, miro a mi propio juez de cobre yaciente sobre el piso de madera y que me mira expectante.

...cara

4 hojas caidas:

Vavee Troncoso dijo...

It was obvious.. xD

Michelle dijo...

No sé en que andas ahora, pero si se que a veces tanto pensar las cosas sólo te lleva a eso. Lo importante es que eres lo bastante sensata como para analizar tus experiencias y sacar buenas conclusiones.

Te quiero.

Mari! dijo...

Es gracioso. Ayer estaba tremendamente al pedo, y me puse a buscar boludeces en youtube.
Sabés cómo es eso, empezás buscando algo sobre el actor de turno y terminás viendo un pseudo-documental sobre las ballenas y su ciclo reproductivo... O por qué no, de las siempre (in)oportunas babosas.

En fín, una cosa llevó a la otra y terminé mirándo algunas escenas de la última peli de Batman... Y sí, ahí estaba Dos Caras, antes de ser Dos Caras propiamente dicho, con su inseparable y curiosa moneda...


Hoy pensé en darme una vuelta por acá, y me encuentro con esto...
Hace falta aclarar algo?



Alguna vez dije que somos pocos pero somos, y que eso es lo importante.
Tal vez me faltó decir que me siento enormemente orgullosa de serlo.

Ser qué? No sé.
Tal vez ser un cobarde más que necesita de una moneda falsa para decidir que camino tomar, que no es más ni menos que una forma más de delegar responsabilidades... No hay una forma mejor de sentirse estúpidamente seguro sabiendo que después podremos putear a alguien más que no sea a nosotros mismos.

Tal vez ser una de los pocos valientes que quedan, que no dudan a la hora de elegir qué será "cara" esta vez.

Tal vez... No sé.
Lo único que sé, es que no hay nada más hermosamente inquietante que esos segundos en que la moneda gira en el aire hasta caer. Y no hay nada más excitante que acercarnos a ver que salió, aunque ya sepamos la respuesta.

Te adoro, y la próxima vez que tires esa moneda al aire acordate de que acá, del otro lado de las montañitas, hay alguien que está esperando que caiga la suya.

Th. dijo...

:) Adoreé tu manera de narrar cosas n___n

Te sigo~