sábado, 6 de febrero de 2010

Take a risk.



"Odio estos días...¡quiero que se vaya rápido! Me siento rara...pienso demasiado, duermo mal y...¡PIENSO!"

"Te pones demasiado reflexiva negra."
"Exactamente por eso estoy contando los días. Aunque, ¿sabés que? Es un alivio que me haya pasado tan inmediatamente después de ya sabés que cosa"



Nos reímos y seguimos con lo nuestro. Un par de cigarrillos, coca cola light, risas y una conversación como las que no teníamos hace mucho. Te dije como me sentía: distinta, extrañada de mi misma, un poco perdida....vulnerable; y, al mismo tiempo, más viva que nunca. Casi como si en este momento estuviera con todas las emociones a flor de piel, queriendo equivocarme, pero con un terror inmenso a hacerlo.
Me reí más por los nervios que siento cuando me veo expuesta que por otra cosa y reformulé lo que estaba a punto de confesarte, costó un poco, pero al final...salió. No me sorprendió para nada el que ya lo supieras, me conoces demasiado bien. Sabés distinguir perfectamente entre mis estados de ánimo, los fingidos y los no tanto. Tenés las palabras precisas en el momento justo, incluso cuando no sabés que decir y a pesar de que no sea exactamente lo que quiera escuchar. Y en ese momento también acertaste.
Era algo que, por mi parte, venía pensando hace un par de días pero que me negaba "no sé por qué", uno que no me costó descubrir...no quería volver a sentirme vulnerable.

En ese momento entendí que lo único que había hecho todo este tiempo era llenarme la boca de palabras pecando de inconsecuente y ególatra. Me molestaba toparme con gente tan poco jugada, tan insegura de si misma en cuanto a ciertos aspectos, tan como yo quien lo único que hacía era hacerme la desentendida cada vez que se acercaba el momento de la verdad y me negaba rotundamente a volver a arriesgarme así por nadie. No quería sentirme vulnerable.

Pero también me acordé de algo....y de alguien. Había sido una conversación parecida en la que, no hace mucho, había recobrado ese gusto inexplicable por la adrenalina que me producía el no saber que pasaría o con qué me encontraría al tirarme a esa pileta que bien podía estar llena...o vacía, horriblemente vacía, tocar fondo así duele, y mucho, pero la sensación que se siente cuando las cosas salen bien es invaluable...más aun cuando uno exije la segunda vuelta después de haberse ganado un horrible raspón en el codo, la rodilla o ambos.








Quiero segunda vuelta y, esta vez, no importa lo que venga.


=)


1 hojas caidas:

Vavee Troncoso dijo...

Segunda vuelta.. O que nos vuelvan a prender fuego aún cuando nos quemamos la primera vez porque no había suficiente gel xD..
You know what I'm talking about :D
I love you soo fucking much <3