¿Y ahora?
¿Ahora qué?
¿Que pensás hacer? Porque asumo que no vas a dejar las cosas así.
¿Y qué si lo hago? Hace tiempo que buscaba la forma de deshacerme de todo aquello...y parece que, al final, me salió gratis.
No podés ser tan hipócrita!
Si puedo...
Necia.
También. Y además soy mentirosa, mañosa, egoísta y quién sabe cuantas otras cosas.
Te olvidaste de lo orgullosa.
De vez en cuando...
Entonces, ¿qué vas a hacer?
Nada. No sé si quiero hacer algo al respecto y no tengo tiempo para esas cosas.
Está bien, dejame ver si entiendo. ¿No querés hacer nada y decís que no tenés tiempo pero estás hecha casi un mar de lágrimas?
Algo por el estilo. Sé que no está bien, pero soy horrible para hablar, arreglar cosas y todo eso. Por lo general tiendo a enredarlo todo un poco más. Así que sí, voy a hacer ¡PUF! y listo.
Ojalá cambies de opinión.
Ojalá...
¡¿Por qué tenés que llegar a arruinarlo todo con tus palabras mayores justo en los momentos en los que todo es un completo desastre?! No soporto que tengas la palabra justa en el momento exacto...es tan cierto que no me provoca más que ganas de reventarme la cabeza contra las paredes. Y te odio tanto por tener razón...
Lamentablemente soy demasiado orgullosa, terca, egoísta, mañosa, excesivamente independiente y dependiente a la vez, como para agachar la cabeza y aceptar una posible derrota, pérdida o lo que sea que es esto. Simplemente no puedo, perdí y lloré muchas veces como para pesar siquiera en hacerlo una vez más, aún si esa persona vale más que todas las otras juntas multiplicado por siete y elevado a la enésima potencia.
No sé si está todo mal; no sé que fue exactamente; no sé si fue algo que dije o hice; no sé...y creo que por mucho que me importe lo único que puedo hacer en este momento es seguir acá, esperando, mientras me devano los sesos por saber que es lo que pasa.
Odio esta incondicional lealtad a la que me veo condicionada con ciertas personas...me hace sentir horriblemente dependiente.
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