Catarsis I

Casi las tres de la mañana, estoy sobria, muerta de frío y con tanta frazada encima parezco abuelita; puede ser que también esté muerta de sueño, pero no quiero dormir...karma is a bitch. No, no ando llorando por los rincones como pobre monja embarazada ni nada, a estas alturas todo el asunto empezó a darme casi lo mismo y es que las actitudes de ciertas personas simplemente no dejan de sorprenderme.

Hoy, por ejemplo, después de cierto episodio que me dejó escupiendo fuego y con bastantes ganas de mandar a esa persona a donde ya se imaginan, me di cuenta de que no valía la pena. A este paso capaz que termine como vos...resentida por algo de lo que el resto no tiene ni la culpa ni conocimiento (o eso crees, bah, que sé yo), en pocas palabras, no quiero terminar haciendo pendejadas por el resto de mi vida. Lo loco es que después de un día que empezó muy como la mierda, me reencontré con alguien a quien no veía, creo, hace más de un año. Redescubrir lo que es reírse por nada es casi lo mejor con lo que me ha sorprendido el año hasta ahora. Nada tan simple como caminar un par de cuadras y sentarme a la salida del metro a compartir un pucho y recuerdos varios y lo que me dijiste mierda que me marcó: "Hacíamos puras weas y no nos importaba nada". Eran buenos tiempos, ¿no? salíamos, nos reíamos y decíamos las cosas sin que nos importara lo que pensara el resto. Si les jodía, mejor. Es por eso último que te doy precisamente las gracias, podés llevarte el crédito y la culpa de todo lo que escriba durante las próximas hmm..¿dos entradas tal vez?.

Ahora bueno, a lo que iba y a la mierda: Me molesta la imagen de "me importa todo un carajo y hago lo que quiero, living la vida loca y volás cósmicas" que le mostrás al mundo (sí y me importa un rábano si las cosas son o no son así); creo que tambíen me revienta tu mutismo, tu poca claridad y tu actitud de "yo tengo la última palabra", sabelo, no sos amo y señor de la verdad absoluta...escuchar nunca fue un crimen y cometer errores tampoco. Pero no te culpo porque, a fin de cuentas y, como vos bien dijiste en algún momento, no había nada...por lo mismo tampoco me voy a culpar. Ya me culpé demasiado y no me llevó a ningún lado.

Lo único que verdaderamente lamento es que las cosas hayan sido así...el resto prefiero dejarlo bien guardadito donde está.