sábado, 9 de febrero de 2013

Día 2: Ira, malestar y un poco de todo

Hoy creo haber amanecido mejor, al menos, tenía hambre y eso se sentía completamente positivo. Me levanté y me duché rápido para poder almorzar tranquila antes de irme a trabajar, dos bocados antes de que la comida se me atragantara. Lo bueno es que descubrí algo muy importante sobre mi cuerpo, ese dolor de estómago asqueroso y vómitos son la pura manifestación de un malestar emocional peor; conclusión: voy a vomitar de por vida. Linda la cosa...
Me fui al trabajo sin muchas ganas pero tratando de que crecieran y pensando en que tal vez me haría bien. No niego que me ayudó, pero en cada ocasión de descanso salía a fumarme un pucho a algún lugar lejano y a pensar mientras esa cosa en mi estómago seguía molestando. Ya sé, si leyeras esto te enojarías y me dirías que no debería fumar si me siento así, pero esa mala costumbre siempre ha logrado relajarme un poco...lamento decir que, hoy por hoy, es lo único que me calma un poco cuando estoy al borde de las lágrimas. Traté todo el día de parecer lo más animada posible, creo que me salió bien. Hacer de cuenta que estoy bien siempre me ha salido bien menos con vos.
Una llamada perdida y dos mensajes...ninguno te pertenecía, y me dio rabia. me dio rabia pensar que ya no formo parte de tu mundo que, a diferencia mía, lo debes estar pasando excelente...que nuestro mundo, hoy, no es más que un recuerdo lejano como tantos otros. Te odié al saber que nada de lo que haga tendrá respuesta, odié el viaje que tanto te va a alejar de mi aunque ya estés lo suficientemente lejos; odié sacar cuentas y entender que el "hace un mes" del que me hablabas fue cuando estábamos celebrando en la playa y te di algo importante para ambos....te odie tanto que me odié a mi misma. Un mes sin que dijeras nada o que te echaras atrás cada vez que quisiste decirlo mientras yo jugaba a ser feliz contigo. Aunque ahora que recuerdo, quizás, esa vez existió, cuando me dijiste que sentías que ya no teníamos la mismas ganas de vernos. Puede que esa vez mi miedo no te haya dejado hablar...pero no mentí al decir que no sentía lo mismo.
Creo que en este momento lo único que odio es no saber de vos. No tener idea de como te sentís realmente, si tenés hambre o frío, duermes bien en las noches o si ya empezaste con todos esos proyectos de los que me hablabas. En el fondo, en ese lugar que todavía sigue alejado de la rabia y que bien he tratado de cuidar, espero que sí. Deseo con todo mi corazón que cumplas todos tus sueños, tal vez, incluso aunque eso signifique dejarme del todo atrás. Creo que en eso siempre he fallado, no creo recordar ni una vez en la que me pusiera en primer lugar...incluso sin saberlo anticipadamente. Eso me recuerda algunas de tus últimas palabras, recordándome que me preocupara por mis estudios y salud, aunque sin que lo supieras ya estuviera todo listo.
Y hoy alguien me repitió otra vez que estaba bien llorar, que hacía bien, a lo que creo haber respondido nuevamente que no me molestaba hacerlo sino el no saber cuánto necesitaba llorar para que llegara el "bien". Después alguien me preguntó por qué estaba dando todo por perdido, no lo estoy dando, no quiero hacerlo, pero sé que cuando te propones algo lo haces y espero más que nunca en la vida, estar equivocada al pensar que te propusiste un hasta siempre. Me siento tonta la pensar que hasta extraño el escucharte roncar y no poder dormir... sonreír y hacerte caricias para que dejarlas de hacerlo sabiendo que no podía parar o volverías a roncar de nuevo.

Extraño todos esos detalles que eran nuestros y ya no están....hoy te extraño más que nunca

0 hojas caidas: