miércoles, 25 de abril de 2012

A pesar

Llorar, respirar, reirse para no volver a llorar y volver a hacerlo. Otra vez respirar y tratar de convencerse a uno mismo de que las cosas van a estar bien, que sólo es una caída más...otra más, y asumir que estoy cansada. Me rindo. Así, sin más.

No hace mucho escuché que antes de poder hacer feliz a alguien uno tiene que estar feliz consigo mismo,o algo así. Bien, ¿estoy feliz conmigo misma? Sí, o al menos en su mayor parte, no lo estoy cuando alguien liga de rebote por culpa de mis errores, pero fuera de eso...sí, estoy feliz con la persona que soy hoy por hoy. No niego que me costó, hoy la vida me pasa la cuenta...
Puede que el problema esté en lo tarde que crecí, o lo rápido, tal vez lo mucho que me costó volver a ser yo; nadie es perfecto. Puedo quererme mucho pero sé que no lo soy, de hecho, soy bruta; cabeza dura; no sé cerrar la boca cuando debo; cuando sé que debo no lo hago porque lucho por lo que creo correcto; tiendo a acumular cosas y exploto ( cosa que no me pasa hace rato, creo que eso va a la lista de lo aprendido); llorona, sí, aunque me encante dar la imagen de que soy super mega ruda hardcore from hell.
Y ahora que caigo en la cuenta, ya no me importa llorar, de hecho, me considero la persona más llorona del planeta. Ese orgullo, el malo, lo perdí hace tiempo, cuando me dí cuenta de lo poco que servía. No voy a decir que ahora soy pura paz y amor, estoy lejos de ser otra Madre Teresa; pero aprendí a ser más paciente cuando  no entiendo las cosas; a escuchar, a pesar de que no esté de acuerdo; a entender que el mundo no gira alrededor mio y que, a veces, hay que dar un pedacito de uno para que aquellos que te importan sean felices; a ver menos y a observar más, porque no siempre las cosas son tan malas como parecen, otras no tan buena y, otras tantas, no lo que aparentan.

Por eso, a pesar de todo lo malo que siento en este momento, sé que voy a estar bien.

0 hojas caidas: